7 ÁREAS CLAVE EN LA INTEGRACIÓN DE ECOSISTEMAS DE EMPRENDIMIENTO

Miércoles, 22 de Mar de 2017

por: Jose M Ochoa

7 ÁREAS CLAVE EN LA INTEGRACIÓN DE ECOSISTEMAS DE EMPRENDIMIENTO. Imagen Miniatura

Es mucho lo que se ha avanzado en el fomento al emprendimiento en los países latinoamericanos. Sin embargo, aún es necesario dar un salto de calidad en la maduración de los ecosistemas de emprendimiento e innovación en la región, tal como surge del Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico. Una estrategia beneficiosa para avanzar en este sentido es impulsar un proceso de integración entre ecosistemas, que ayude a sumar fuerzas para enfrentar ese desafío.

Las ventajas que habitualmente se atribuyen a los procesos de integración regional también pueden ser aplicadas al caso de los ecosistemas. Por caso, la integración permitiría alcanzar más fácilmente las escalas mínimas necesarias para desarrollar ciertos mercados en torno al emprendimiento y la innovación. También abriría un espacio mayor para compartir buenas prácticas de fomento al emprendimiento y acortaría las curvas de aprendizaje entre aquellos países que presentan ciertas desventajas y aquellos más adelantados.

A su vez, la integración podría servir como vehículo para avanzar en la resolución de desafíos comunes observados en varios países. En tal sentido, permitiría aprovechar mejor los recursos comunes, encarar proyectos conjuntos de forma más eficiente y hacer que los ecosistemas cooperantes sean más atractivos a la hora de relacionarse con el resto del mundo, aumentando sus chances de crecimiento y maduración. Algunos países, como los de la Alianza del Pacífico, ya están caminando en esta dirección y el BID los está acompañando con un proyecto regional coordinado por la División de Competitividad, Tecnología e Innovación.

Para entender mejor las ventajas que puede traer la integración, analicemos cómo puede contribuir a superar desafíos y limitaciones que la región tiene en 7 dimensiones clave del desarrollo emprendedor.

1- Capital humano emprendedor

La carencia de emprendedores dinámicos o innovadores es un rasgo característico de América Latina. ¿Podría la integración ayudar a enfrentar este déficit? A corto plazo podría incidir con iniciativas concretas de fortalecimiento de emprendedores, como por ejemplo pensar en la creación de una “Escuela Regional de Emprendedores” que capitalice buenas prácticas existentes, dé fuerte protagonismo a empresarios jóvenes, ayude a generar una mentalidad emprendedora más ambiciosa y a pensar en negocios con un horizonte regional.

2- Educación emprendedora

El grado de avance existente en este campo es dispar entre los países de la región. Por eso, una estrategia de integración permitiría coordinar esfuerzos para generar iniciativas conjuntas de desarrollo de contenidos y metodologías, sensibilizar a instituciones educativas y formar formadores. A nivel terciario, donde mayores avances existen, se podrían formar redes de intercambio de experiencias que ayuden a acelerar los procesos de aprendizaje entre países más y menos adelantados. Otro tanto podría ocurrir en áreas más rezagadas como educación primaria y secundaria.

3- Plataforma de ciencia, tecnología e innovación (CTI)

Otra de las dimensiones débiles donde existen muchas oportunidades de mejora es la plataforma de CTI, es decir, las actividades de investigación científica y tecnológica y su vinculación con el sistema empresarial que permite transformar el conocimiento en innovaciones. La generación de proyectos regionales y la movilidad de recursos humanos especializados también podrían ser favorecidas por la integración. Es importante tener una mirada amplia y abierta, para articularse con ecosistemas más avanzados de América Latina como de otras latitudes.

4- Estructura empresarial

La integración también podría ser relevante para atender la baja contribución de la estructura empresarial al desarrollo de los ecosistemas de innovación latinoamericanos. Las empresas se caracterizan por su bajo nivel de esfuerzo innovativo y escasa sofisticación organizacional. Un mercado ampliado podría generar mayores incentivos para que las empresas innoven dado que al incrementarse el espacio para los negocios sería factible amortizar más rápidamente las inversiones en innovación. Asimismo, la integración podría ayudar a que las empresas trasnacionales generen proyectos de alcance regional en materia de innovación abierta y emprendimiento corporativo. Algunas empresas ya están avanzando en esta dirección y el tema forma parte de la agenda de la Alianza del Pacífico.

5- Financiamiento

Otro escollo se da en materia de financiamiento. A la hora de concretar los proyectos, trabajar a nivel regional podría ayudar a superar el círculo vicioso de la falta de financiamiento para emprendimientos dinámicos. Con la baja cantidad de emprendedores preparados para recibir inversiones (deal flow) no se generan incentivos suficientes para el desarrollo de una oferta de capital emprendedor (venture capital), lo que acaba impactando negativamente sobre los emprendimientos con potencial de recibir inversión. Fomentar la constitución de fondos que operen a escala regional tendría entonces mucho sentido. Se podría plantear la constitución de redes regionales de inversores ángeles. En la Alianza del Pacífico se plantearon avanzar en este campo, y el Proyecto Xcala es una red de redes que apunta, también, a la formación de los gestores y de los propios inversionistas.

Otra ventaja de la integración regional de los ecosistemas sería el aumento de la visibilidad y el atractivo de la región para los inversores, fondos y aceleradoras fuera de la misma. Por último, la integración debería incluir la armonización de normas y regulaciones financieras para facilitar los flujos de inversiones entre países de manera transparente y flexible

6- Capital social

El capital social es una dimensión débil para la mayoría de los países de Latinoamérica, dado que eleva las barreras para construir las redes de contacto. El Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento detectó retrocesos en esta dimensión en los últimos tres años. En los ecosistemas más desarrollados el capital social ayuda de manera espontánea a que estas redes se desarrollen, sin embargo, en América Latina existen importantes brechas sociales y culturales para que ello suceda de igual forma.

La integración de ecosistemas abriría la posibilidad de capitalizar las buenas prácticas existentes a nivel regional, permitiendo a las organizaciones de soporte (centros de emprendimiento, incubadoras, etc.)  ayudar a emprendedores a tender puentes con contactos distantes a sus redes. Caso contrario se consolidará la inequidad en el proceso de emprender debido a las diferentes capacidades de acceder a contactos valiosos que tienen los emprendedores en función de la familia de origen y a sus ámbitos formativos. Los espacios de socialización e intercambio de experiencias entre distintos ecosistemas (por ejemplo foros regionales como el ST Prodem) favorecen la integración y la construcción de proyectos conjuntos (co-incubación, softlanding, etc.).

7- Políticas y regulaciones

Un último espacio de intervenciones donde la integración regional podría aportar es el de las políticas y regulaciones. Dentro de un mismo bloque existen situaciones diversas y la armonización podría ser el camino a explorar. Por ejemplo, en el Mercosur, Uruguay exhibe un entorno regulatorio más favorable para el emprendimiento que Brasil y Argentina en relación a costos y trámites para crear una empresa, así como en materia de presión fiscal. Por otra parte, los sistemas impositivos y las regulaciones deberían no dificultar, sino incentivar el crecimiento de las nuevas empresas y facilitar su internacionalización. Los procesos de integración regional deberían contemplar estas cuestiones como parte de su agenda.

En suma, la integración de ecosistemas permite identificar una serie de ventajas y posibilidades de cooperación que ayudarían a mejorar las condiciones para emprender en América Latina. Se trata de un desafío de importante magnitud. La buena noticia es que varios de los ejemplos aquí mencionados ya están comenzando a ocurrir en la región a partir de iniciativas públicas y privadas